Título: Caballos
Características: Oleo sobre tela
Dimensiones: 60×80
Fecha: 1984

 

CABALLOS

 

Quiero referirme a algunos aspectos que tuve en cuenta para llegar a plasmar en un óleo sobre tela mi motivación e inspiración.

Comenzó en la clase de pintura cuando se planteó como objetivo temático el pintar un caballo. Muy simple. Era lógico pensar que frente al interés plástico se pondrían en primer lugar los ejemplares de esta especie como los más representativos por su belleza, brío, linaje, destrezas y todos los demás atributos propios de estos bestiales amigos.

Sin embargo, no ocurrió así conmigo, y tras buscar, bocetar, componer sin muchos resultados; y siempre apuntando con la mira o visor: encontré una manada de caballos. Mas bien, un especial ángulo de dicha manada que para mi decía todo lo que alguna vez escuché en los comentarios de expertos en pingos y cabalgaduras.

Los caballos, referidos compañeros del hombre desde lo más oscuro de los tiempos idos. Identificados el uno con el otro hasta la “centauritud” o “sagitariedad”. Cuántas batallas, cuántas conquistas y derrotas, cuánta fidelidad!, -en las buenas y en las malas-. Sí, cuánta fidelidad hasta el día aquél…Ese día llegó!…y el caballero desmontando su cabalgadura la dejó en la Tierra y él partió solo…a conquistar la Luna!.
Fue en esta instancia que los encontré, caminando con la lentitud del cansado, en anónimos grupos, cabezas gachas como pensando en silencio. Iban cruzando por praderas polvorientas hacia su verdadera realidad: la de ser caballos del Planeta Tierra.